sábado, 20 de mayo de 2023

Mi primera vez en Mestalla

No voy demasiado por Mestalla, eso que vaya por delante. Quienes me conocen saben de mi preferencia por el Levante. Una noche de radio escuché a José Ramón de la Morena, maestro de muchos de los que actualmente somos periodistas, decir que él no había escondido nunca que era del Atleti. Lo consideraba un ejercicio de objetividad. Adopté su decisión como mía en cuanto entré en la redacción de Las Provincias hace ya dos décadas: soy granota y me gusta el Barça como poso de una adolescencia admirando al equipo tejido por Johan Cruyff.

Estamos en una sociedad que no admite los grises. Por la regla de tres que acabo de plantear en el párrafo anterior, despejando 'X' el resultado de la ecuación debería proclamar: 'Moisés es antivalencianista'. Y no. Por mucho que picase durante varias semanas a mi amigo Pablo después del 7-0 del Karlsruhe. Por mucho que siga alimentando esa rivalidad con 'xotos' cercanos, se me ocurre por ejemplo mi compañero Álex Serrano.

Pero no. No soy anti valencianista y sí, también tengo mis días en Mestalla. Como casi cualquier periodista, a decir verdad, la mayoría han sido en jornadas laborales. Tuve la suerte de ir bastante en la etapa de Benítez. También después, en la época de Emery. Recuerdo especialmente un partido contra el Mallorca en el que Antonio Badillo, que entonces era jefe de deportes, me mandó a vivirlo junto al banquillo local para hacer una contracrónica. Pedí que me acreditaran para estar a pie de césped, pero me contestaron que esa ubicación era para fotógrafos. No me conformé con aquella respuesta y con la ayuda de un compañero gráfico conseguí un peto. Damià Vidagany, que por aquel entonces era el jefe de comunicación del club, me pilló, no recuerdo si casi al inicio o en el descanso, me dio dos toquecitos en la espalda y me dijo: "¡Al final te has colao!".

En los últimos años apenas he ido a Mestalla... a partidos. Porque sí recuerdo una entrevista, para el centenario del club, con el actual entrenador, Rubén Baraja. Llegó unos diez minutos tarde, en bicicleta, y nos sentamos en tribuna. Estuvo de lo más amable en aquella charla. También he tenido la suerte en llegar al césped en las dos o tres ediciones de la carrera popular que se celebró durante el Circuito de Valencia. Impresiona entrar al coliseo con las gradas vacías, no quiero ni pensar lo que supondrá jugar ahí con 45.000 personas gritando.

Pero sin ningún lugar a dudas, me quedo con mi primera vez. Me he acordado de ella al escuchar la bonita entrevista que este jueves le ha hecho Javi Lázaro en Radio Marca a Sergi Calvo, coordinador del libro 'Cent'. La obra, que nace con motivo del centenario de Mestalla, recoge una serie de relatos de gente valencianista, contando algún partido que les marcó. Entre esas personas está mi amiga Lourdes Martí. Y a mí me ha venido a la mente aquel domingo por la mañana en el que fui al coliseo de la avenida de Suecia por primera vez. Un cliente de mis padres nos regaló dos entradas para el filial, y fui acompañado de mi abuelo. Tendría diez o doce años. Creo que estábamos en sillas gol norte. Me impresionó el olor a césped y el continuo murmullo del público, así como el estallido de alegría ante el tanto local. Creo que aquel día decidí que me iba a gustar el fútbol.