lunes, 9 de septiembre de 2013

Políticos y deporte (I): Batacazo olímpico

El batacazo de Madrid como sede para los Juegos de 2020 me lleva a hacer dos reflexiones claras que expondré en los próximos días en este blog personal. Son opiniones independientes, de un ciudadano normal, que -gracias a Dios- puede trabajar a diario y tiene sus preocupaciones. Ahí va la primera.

No diré que me era indiferente si Madrid organizaba o no los Juegos de 2020. Para mi profesión siemprer es bueno que ocurran cosas lo más cerca posible de mí y he de admitir que me hacía cierta ilusión acreditarme para un evento de tal envergadura. Luego está el estrés que habríamos pasado, o el debate sobre si ante la grave situación económica del país era idóneo o no gastar dinero público en un gran evento deportivo.

Dejo para los analistas las razones y conjuras palaciegas que han dado los Juegos a Tokio. Hoy me voy a centrar en el nivel de la clase política española. A cierta hora de la tarde, creía que lo había visto todo con la exposición del presidente Mariano Rajoy. En español (sí, un presidente del Gobierno no sabe más idioma que el vernáculo), torturó a los miembros del COI con un discurso propio del debate sobre el estado de la nación. Expuso lindezas sobre el crecimiento (se referiría al del paro) y afirmó que nuestro país es líder en exportaciones (contará a los miles de jóvenes que se 'autoexportan' porque no encuentran trabajo).

Mariano Rajoy sonrojó a todos los españoles quedando en evidencia que miente o, cuando menos, manipula la realidad. Dio un discurso fuera de lugar ante un centenar de señores a los que tomó por estúpidos y tales atrevimientos ante gente que no te debe nada, se pagan. Claro está, que a cierta hora dudo que los miembros del COI se acordasen ya del presidente.

Con lo de Ana Botella y su clase de 'Aprende inglés con Muzzy' ya tenían bastante. Hoy leía en Twitter a la jugadora de baloncesto Amaya Valdemoro lo dolida que estaba por las 'bromitas' sobre Madrid 2020. Estoy de acuerdo con que lso deportistas que sentían la candidatura como algo suyo no les hará ninguna gracia que estemos de guasa... Pero es que ante esperpentos como el de la señora alcaldesa, los españoles estamos aprendiendo a reír por no llorar.

¡Claro que me da vergüenza que esa señora me represente! Pero prefiero reír ante su 'relaxing cup of café con leche', o su entonación a lo Leticia Sabater. Porque si me lo tomo en serio, llego a la conclusión de que no es de recibo que esa mujer figure un minuto más como alcaldesa de una de las capitales más importantes del mundo. Y aquí llega mi reflexión: como la señora Botella, muchos de nuestros políticos no están a la altura.

¿Se imaginan a una importante multinacional contratando a Ana Botella tras una entrevista de trabajo del perfil del discurso del sábado en Buenos Aires? ¿Contrataría alguna gran firma a Mariano Rajoy como director general? El problema, en mi opinión, es que hay muchos que hacen carrera en la política porque en la empresa privada lo tendrían complicado para acceder a un puesto mínimamente cualificado. Y luego, nosotros les votamos. Así nos va.

PD. Este no es un raje a ningún partido en concreto ni a los políticos en general. Hoy, sin ir más lejos, he hablado con un buen político. El problema es que los que empujan para salir en la foto y, a la postre, los que más salen, suelen ser los más inútiles.

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