sábado, 27 de marzo de 2010

Los límites del escritor

No es la primera vez que digo que escribir está entre mis primeras pasiones. Me gusta a pesar de que también define mi profesión con todas sus letras. Me paso el día redactando textos o pensando cómo voy a hacerlo. Cuando llego a casa no tengo ganas de seguir tecleando para rellenar de letras la pantalla y por ello, esta pequeña ventana que mira hacia el Mandor no ofrece tantas vistas como desearía.
¿Pero dónde pondría yo mis límites? De eso no he hablado, quizás porque se trate de una pregunta muy complicada de responder. ¿Sería capaz de escribir para que otro colocase su nombre, como ha hecho algún que otro presentado mediático? La verdad, no me gustaría, pero los que vivimos de esto nos podemos ver ante la tesitura de que o lo aceptas o engrosas la cola del INEM. Por eso, no me canso de repetir que quien ame la escritura, la adopte como afición y trabaje en otro ámbito. Claro está, yo no predico con el ejemplo.
Llevo años diciendo que algún día escribiré un libro. Aún no me he cansado de redactar noticias. Me gustaría hacerlo muchos años más, aunque con los tiempos que corren, uno nunca sabe a qué atenerse. Aquí pongo los límites de mis valores morales... ya veremos si algún día publico esa obra. Para mí sería todo un sueño hecho realidad.
El límite a la hora de sacar a la luz un libro está en el peligro. No creo que arriesgase la vida por una gran historia... o por investigar a lo Sherlock Holmes. Y os preguntaréis... ¿y este por qué se ha rallado la cabeza precisamente esta noche y con ese tema? Vengo de ver 'El escritor', lo último de Roman Polanski.
Ewan McGregor encarna a un escritor que ha de redactarle las memorias a Adam Lang (Pierce Brosnan), un ex primer ministro británico encausado por el Tribunal de la Haya. No os cuento más. Sólo digo que se trata de la típica película de suspense que tiene el toque siempre original de Polanski. Sorprende, sobre todo, el final de una cinta que transcurre lenta, con muchos detalles en los que fijarse.
Un amigo la ha definido sin verla como una de esas películas "aburridas pero lentas". Debo darle en parte la razón porque 'El escritor' prácticamente no tiene acción ni sexo, que es lo que hoy en día vende. La forma de actuar en ciertos momentos del personaje de McGregor, a mi entender, resulta poco creíble, y ese es el pero que le pongo al guión.
Por lo demás, no penséis que se trata de un peliculón, pero sí una obra de las que merece la pena ver. Eso sí, tampoco hace falta acudir al cine. 'El escritor' es la típica peli de DVD que la ves después de cenar o una tarde festiva y disfrutas lo mismo ahorrándote unos eurillos. Se trata de una cinta muy teatral, que se desarrolla en interiores o exteriores recreables o prescindibles en la historia, con la excepción del cadáver de la primera secuencia. Tampoco está de más, si no queréis esperar, ir al cine. No saldréis decepcionados.

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