domingo, 3 de mayo de 2020

Cuarentena en el Mandor (XLIV): Hoy sí he salido a correr

No he podido aguantarme. He de confesar que me había puesto el despertador a las 7.30 horas. Quería que decidiese el reloj biológico. Anoche me dormí tarde apurando la segunda temporada de 'Narcos México' y creía sinceramente que ante el pitido del móvil iba a reaccionar apagándolo. Al tercer asalto del dispositivo, sin embargo, me he levantado y en pocos minutos estaba disfrazado de corredor, con mi camiseta del 'Reto Vías Verdes'.
Hasta hace dos meses, cuando decías que te levantabas a las 6.30, las 7, o incluso las 8 un domingo para ir a una carrera o hacer una tirada antes de desayunar te tomaban por loco. Me ha sorprendido ver la gente que había a las 8 y poco de la mañana por las calles y caminos agrícolas. He iniciado mi carrera hacia la Torre del Virrey para enfilar por un trazado asfaltado que une L'Eliana y La Pobla de Vallbona. La idea era avanzar hasta el límite del término y regresar.
Se trata de un itinerario que frecuento cuando no hace demasiado viento y quiero correr al menos diez kilómetros, pues desde ahí se puede ir hasta Benaguasil e incluso Llíria sin riesgo (demasiado) de ser atropellado. Suelo cruzarme con algún agricultor u otro ciclista o corredor que se conoce el camino como yo. Hoy estaba infestado de gente en bicicleta, runners, paseantes... personas que practican deporte habitualmente y otros que llevaban mucho tiempo, pero mucho, sin hacer nada de ejercicio.
Entre los corredores hay una ley no escrita (al menos en los pueblos, donde te cruzas con menos gente) de saludar. Aunque no te conozcas, sueltas un 'Bon dia' o alzas la mano. Hoy más de la mitad no han respondido al gesto. No digo que los runners seamos más educados y quiero pensar que a los novatos en esto de hacer ejercicio les extraña que un tío barbudo al que no conocen de nada les dirija la palabra. Para no aventurar en negativo, concluiré que el 50% de las personas con las que me he cruzado son recién llegados. No lo criticaré y les desearé que se enganchen a algo tan sano como es practicar actividad física de forma habitual.
Yo estoy menos oxidado de lo que pensaba. Me he hecho mis 7 kilómetros con una velocidad media de 5.38. El plan era calentar y coger un ritmo cómodo que me permitiera observar mi entorno. Lo he conseguido y he experimentado esa sensación de libertad que tanta falta nos hace en estos tiempos y que ya me cautivó de correr. Maggie teme que esto pueda facilitar un rebrote. Espero que no. Que seamos responsables y mantengamos las distancias de seguridad para prevenir los contagios.
A la vuelta me he hecho una foto y ya he informado convenientemente por mis redes sociales, a quien le interese, que estoy de vuelta. No es nada trascendente, pero así somos los corredores, o runners, como se nos quiera llamar. Porque en casi dos meses hemos comprobado que nuestra saludable droga y como se le denomine no es lo más importante de la vida. Pero produce una sensación maravillosa así que a los recién llegados, espero que os enganche como me pasó a mí.
Y si te cruzas con alguien desconocido que te saluda... haz lo mismo, que es gratis.

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