lunes, 11 de mayo de 2020

Desescalada en el Mandor (IV): Aplaudiré en casa

Hoy he salido por última vez a mi balcón a aplaudir. Al menos por ahora. Lo haré dentro de casa. Y no porque sienta vergüenza por hacer sonar mis palmas mientras decenas de personas compiten por lanzarse a las calles como si les fuera la vida en ello. Quise creer que se trataría de los primeros días, pero observo cómo a las 20 ya hay muchas personas vagando. Imposible que hayan esperado al inicio de su franja para hacer deporte, eso de lo que muchos renegaban hace dos meses.
No seré hipócrita. Yo tardé un día en ir a la calle. Pero me sigue sorprendiendo que la mayoría de la gente ni hace el gesto de buscar la distancia de seguridad cuando nuestros caminos se entrelazan. El otro día, unas mujeres ni me miraron cuando íbamos a cruzar un paso a nivel en L'Eliana por el que es imposible no tocarse si no se guarda turno. Echaron hacia delante, sin siquiera plantearse ceder el turno o si rozarnos sería peligroso. Un amigo me cuenta hoy que ha observado que muchas personas no saben que en carreteras sin acera hay que caminar por la izquierda, para tener de frente el tráfico y poder reaccionar ante un percance.
Somos seres de modas. Hace dos meses lo estuvo aplaudir a los sanitarios y poner 'Resistiré' a todo trapo. Ahora muchos han desempolvado la camiseta de la Volta a Peu de hace 25 años y otros han ido a toda prisa a Decatlhon a comprar ropa deportiva. Prendas que volverán a un cajón en cuanto abran los bares y, más tarde, las piscinas. Todo eso, si el Covid-19 no dicta la nueva tendencia y toca volver a acordarse de enfermeras, médicos, bomberos, policías...
Yo convivo con una enfermera y os garantizo que es igual de heroína que hace dos meses. Sigue levantándose prontito. Ataviándose de protecciones que te cuecen para cuidar a los que continúan luchando contra el coronavirus. Y regresando doce horas después con una sonrisa y la satisfacción del trabajo bien hecho. Esa es Maggie en su día a día. Yo sólo escribo. Tú, quizás, estés deseando que tu empresa vuelva a abrir para recuperar tu trabajo. O tú puede que hayas pasado la enfermedad.
Yo voy a seguir aplaudiéndoles porque, sin esta gente, la guerra la tenemos perdida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario