viernes, 3 de abril de 2020

Cuarentena en el Mandor (XVI): Cumpleaños feliz

Mi sobrina Olivia ha cumplido hoy dos años. Con esa edad, ella no sabe lo que es un confinamiento (aunque ya entiende que tanto estar en casa encerrada no mola nada) y por supuesto no es consciente de la gravedad del coronavirus. Bueno, esto último no es relevante cuando hasta hace menos de un mes nuestros gobernantes, a los que se supone capacitados para ello, nos decían aquello de que el Covid-19 era poco más que una gripe y que habría casos puntuales en España. Pero bueno. No nos desviemos porque hoy es el cumpleaños de Olivia.
Por ese motivo, tía Maggie le ha preparado una corona por la cual ayer cenamos pasada ya la medianoche. Aquí la tenéis:





La chiquilla ha paseado por la casa durante todo el día con su joya, barata por el coste de los materiales pero de valor incalculable por el amor y dedicación con que se confeccionó. Y Olivia parece ser que, a sus dos años, lo ha percibido y no se quería despegar de su preciado tesoro. La niña tiene toda la vida por delante. Menos me queda a mí, que tampoco tengo prisa en marcharme, pero que en unos días haré 41 primaveras. Ya da vértigo.
Dije hace unas semanas ya a mis amigos que firmaba con que nos soltaran para antes de mi cumpleaños. Ahora parece que el estado de emergencia se extenderá hasta al menos mi 26 de abril (se aceptan regalos). He tenido un día de esos que imagino que están recogidos en los manuales psicológicos del confinado: cansancio, hastío y aburrimiento a pesar de que ha tocado teletrabajar. Pagaría por correr cinco kilómetros y no con ello digo que estoy dispuesto a pagar una multa.
Hablando de multas, lo siento, pero me ha venido la forma de hilar mi gratitud hacia la Policía Local de L'Eliana, que ha ido hasta cerca de la ventana de casa de mis cuñados para felicitar a Olivia. Ha llegado un coche con las luces y sirenas y han puesto la canción típica de 'Parchís'. Luego he visto en redes que han repetido el protocolo con un chaval que hoy cumplía 19 años. Desde aquí, mi reconocimiento a Paco Pum, conocido agente de nuestro pueblo.
Gestos así dignifican no sólo a los cuerpos y fuerzas de seguridad. A las personas. Esta crisis está sacando el lado bueno de todos aquellos que lo tienen, por escondido que esté. Sólo deseo que no vuelva a camuflarse cuando todo regrese a la normalidad. Creo que se lo debemos a los más de 10.000 que ya se han marchado, pero también a los que les quedarán pocos años después de esta crisis. Pero sobre todo a las nuevas generaciones, al chico ese de 19 años y a Olivia, que con sólo 2, tienen todavía una vida entera por descubrir y disfrutar.
Aunque no nos acordemos, hace bien poco estábamos convencidos de que puede ser maravillosa. Sí, puede serlo. De momento, para conseguirlo, sólo puedes hacer una cosa:
Quédate en casa.
¡Feliz cumpleaños, Olivia!

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