martes, 21 de abril de 2020

Cuarentena en el Mandor (XXXIII): Josué

¡Hola Josué! Ahora estarás disgustado. Con lo calentito y protegido que te sentías ahí dentro... no pasabas hambre, ni frío, ni habías recibido un fogonazo cegador en esos ojos que aún no puedes abrir. No lo sabes, pero acabas de iniciar tu aventura. La de tu vida. Y eso es lo importante.
No te podré coger con miedo a cometer alguna torpeza que pueda dañar tu aún tierno cuerpecito... al menos durante algunas semanas. Tampoco podré fastidiarte todavía, como a Samuel, a quien estuve un buen rato haciéndole cosquillas en un pie durante la primera comida familiar en que estuvo con nosotros. O con quien disfruto intercambiando el inofensivo improperio de '¡Borrego!'. O diciéndole que me voy a comer su postre a pesar de que me quedaría para siempre sin el mío para que a él no le faltara. Creo que ya sabe que siempre estaré ahí cuando me necesite. A ti te digo lo mismo. Y eso es lo importante.
Yo que no soy padre, tengo ilusión en que mis sobrinos triunfen en la vida. No escondo que me habría gustado ser deportista profesional. A Isabella la animé a jugar a tenis. Vosotros seguro que vais a correr, saltar, dar patadas a un balón. No sé si lo suficientemente bien para llegar a alguna élite o para dedicaros a ello. A decir verdad, lo primero que has de hacer es gatear, luego caminar y luego, correr. Perseguir tus sueños. LOS TUYOS. Y eso es lo importante.
Tienes un hermano que es un terremoto. No te imagino calmado. Haced diabluras. Muchas. De esas que tengamos que esconder la cara para que no adivinéis la risa mientras os estamos echando la bronca. Travesuras que no hagan daños graves ni caigan en humillar a nadie. Os tengo envidia. Yo quería un hermano chico para que fuera mi confidente. Costó años, pero al final hemos conseguido que vuestra mamá y yo seamos algo así. Y de paso, vuestro papá me cayó de regalo. Sed confidentes, amigos... hermanos... Y eso es lo importante.
Tus abuelos te hablarán de Dios. Tus padres, también. No creas en su Dios. No lo hagas por inercia. Conócelo. Descúbrelo. Lee, escucha, observa, investiga, descubre, cree, confía... sé auténtico y fiel a tus convicciones... Y vive porque, al fin y al cabo, eso es lo importante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario