lunes, 20 de abril de 2020

Cuarentena en el Mandor (XXXII): 20 d abril de 2020

Aquella noche me quedé solo. Llegaba tarde de trabajar y Maggie ya se había puesto el pijama. Aunque le insistí, no andaba ya con ganas de vestirse de nuevo e ir a un concierto de Celtas Cortos. Tocaban con la Unió Musical de Llíria en el pabellón Pla de l'Arc. Presentaban su disco 'Contratiempos', en el que habían grabado con una orquesta sinfónica. Espectacular, como el recital que dieron y que disfruté solo. Recuerdo perfectamente la melancolía con la que escuché '20 de abril'... "hoy no queda casi nadie de los de antes, y los que hay, HAN CAMBIADOOOOOO...". Eso lo canté a gritos, como vengándome de todos los que se habían excusado ese día para no acompañarme.
Al final del concierto quise comprar el disco, pero no llevaba dinero en efectivo. El mánager del grupo me dijo que si iba pronto al día siguiente al hotel de Benisanó donde se hospedaban, que podría adquirirlo. Puntual (raro en mí) para que no partieran hacia Valladolid antes de que yo llegara, me personé en el local. Como conté en esta entrada (¡joder, que ya va para cinco años!), me di el gustazo de tomar un café con ellos y hacerme una foto que es para mí un tesoro. Los CD se les habían acabado y el mánager me prometió (y lo cumplió) que me lo enviaría firmado.
Hoy vuelvo a estar orgulloso de uno de mis grupos favoritos. Precisamente en este 20 de abril tan atípico, 30 años después de estrenar un tema que considero un himno de mi vida, han sacado una versión para recaudar fondos en favor de médicos sin fronteras. "Dedicado a todos los profesionales de primera línea en su lucha contra el coronavirus", ponen en el inicio del vídeo.
Hace tres décadas yo era un niño. No sospechaba que hoy estaría aquí, harto del confinamiento y algo más esperanzado que esta mañana. Estoy contento a pesar de que "sigo currando en lo mismo, escribir no me cansa, pero (a veces) me encuentro vacío". Y de repente, hay días que me caen en las manos historias de gente como Laura Gutiérrez. Las cuentas y además te dan las gracias por ello, cuando creo que debo agradecer yo su confianza de haberme relatado sus vivencias.
Entonces, vuelvo a gritar fuerte lo de #nonospodranparar. "Hoy no queda casi nadie de los de antes, y los que hay, han cambiado". Pero siempre queda alguien por quien merezca la pena seguir adelante. Y sí, sobre todo siempre estás tú. Aunque aquella noche te diese pereza quitarte el pijama.

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